Na fraga do Eume

Mª Jesús Mandianes (Pontedeume, A Coruña)
Mª Jesús Mandianes (Pontedeume, A Coruña)

Llueve en la fraga sedienta,

helechos mágicos palpitan

bajo gotas de manso orvallo,

entre sus hojas se refugian

duendes de risa inquietante.

a

Robles de raíces celtas,

vencidos por un Sol violento

beben el elixir de la vida,

resucitan bajo el diluvio,

colmados de savia nueva.

a

El eco furioso del granizo

quiebra el espejo del rio,

serena realidad invertida,

lar del espíritu de la fraga

donde bailan tenues ninfas.

a

Ajeno al paso del tiempo

se alza el monasterio sombrío,

muros de oscuros secretos

ocultan almas atormentadas,

oran para que la lluvia expiatoria

purifique su pasado inconfesable

Mª jesús Mandianes

Mª Jesús Mandianes (Baltar, Ourense)
Mª Jesús Mandianes (Baltar, Ourense)

“La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra; en sus cuevas se hunde, en sus cerros se eleva, en sus llanos se iguala. Es toda vida …” (Fragmento de El Bosque Animado – Wenceslao Ferández Flórez). 

El bosque animado (1943), es un homenaje a la naturaleza y a la lucha y el respeto que se deben el hombre, las plantas y los animales en igualdad de condiciones. Una fábula en la que el autor te hace sentir en la piel de los árboles, de la fraga susurrante, de la tierra gallega.

Es una novela donde no hay protagonistas únicos; donde historias, aldeanos, plantas, animales y parajes tienen entre ellos una comunión tan magistral que hacen que el gran protagonista sea el que da título al libro: el bosque.

Muller

La sorpresa del trigo (Maruja Mayo)

A meu gaiteriño,
Ainda me acordo,
Cando baixabas polo monte abaixo,
E viñasme ti dicindo.

Bota carne no pote, Marianiña,
Bota carne no pote, Marianá,
Un molete enteiro. enservelletado,
Unha bota con viño, chupáená!

Muller, fartura de loita
Qué che hei decire eu, muller?!
Ti és coma a terra nosa,
E a terra é coma ti é!

Deixeivos a entrambas soias
Anque convosco quedei
Baleira está a terra, morna

Ti, sementada, abofé.

E ao vento decia
Pronto hai de volver!,
Pra tira-la fame, pra poder comer…

Ai, muller, cantas noitiñas,
Te deitaches coa tristura?,
E ao vento, aínda che traguía,
As novas dos que marmuran.

E ao vento dicía,
Pronto hei de volver…

Ti és o milagre da terra
E, a terra é un milagre teu
Mistura de mel e cerna
De fera e de anxo do ceo.

Pariches de pé o fillo,
Como fan no mente as bestas.
E hoxe que volto vencido,
Para que eu venza ti te deitas.

Ao voltar, que che hei decir?!
Maldito o día e a hora
En que te deixei aquí
Pra percurar vida fora!


O inverno da emigración
Roubóunos a primavera,
Quén eu era, xa non son,
E ti non és a que eras!


Xa poden os leiros dar
Colleitas ben abondosas,
Poden en Madrí falar
Con palabras ben fermosas,
Que nunca nos han de pagar
A nosa fame de outrora!

E ao vento dicía,

pronto hei de volver

pra tira-la fame,

pra poder comer.

Marica Campo (Tras as portas do rostro)

Sobre Marica Campo:

Nació en Val do Mao, ayuntamiento de O Incio, Lugo, el 24 de febrero de 1948. Con quince años decide ingresar en un convento de monjas para ser misionera. Durante los cinco años que permanece ordenada hará la carrera de Magisterio y estudios de Teología. Ejerció deMarica maestra en varios pueblos de la provincia de Lugo, además de en Canarias. Se jubiló en 2008 en Guitiriz, donde continúa residiendo.​

Lectora voraz desde la infancia y escritora precoz, durante años Marica sólo publicará una obra teatral, algunos poemas en revistas, además de las letras para el grupo musical Fuxan os ventos. Serán los amigos los que insistan y así, en el año 1992 publica su primero libro, un recopilatorio de poemas llamado Tras as portas do rostro.​

Fue nombrada Chairega de Honra por la Asociación Cultural Xermolos y la Fundación Manuel María de la Terra Chá en noviembre de 2007.

IMG_20200811_095452534

M.ª Jesús Mandianes (Muxía)

«Mi patria es mi infancia»

La aldea aparece envuelta en un silencio lleno de ausencias, faltan las voces infantiles, los abrazos de bienvenida de los que se han ido para siempre, la chispa de alegría en la mirada de los ancianos al verme: ¡Elogo tu por aiquí Susiña! … ya no me reconocen.

Vuelvo empujada por la nostalgia, por la evocación seductora de los recuerdos: En el hueco de ese árbol me escondía cuando jugábamos al escondite, en el recodo del rio nos bañábamos, sobre el penedo imponente soñábamos historias de fadas e meigas.

Regreso en un acto de rebeldía, me niego a habitar el limbo del desarraigo, después de tan larga ausencia necesito apuntalar mis raíces, volver a los orígenes para descansar sobre la hierba verde contemplando como se mece el mar de centeno maduro, o mesmo que fai tanto tempo.

Necesito saciar los ojos de azul marino, respirar el olor de los bosques de algas, escuchar la canción de calma y marejada del Atlántico … o mesmo que fai tanto tempo. En algún rincón de la memoria se despiertan los recuerdos de mi niñez mecidos por el oleaje, como un placebo que me adormece, pero no cura la nostalgia del pasado que no regresará.

Mª Jesús Mandianes

Ondas do mar de Vigo

oleaje11

“Ondas do mar de Vigo,………………………………… «Olas del mar de Vigo,

se vistes meu amigo? …………………………………….¿Visteis a mi amigo?

E ai Deus!, se verra cedo? ……………………………….¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

a

Ondas do mar levado, …………………………………..¡Olas del mar agitado!,

se vistes meu amado? ………………………………….¿Visteis a mi amado?

E ai Deus!, se verra cedo? …………………………….¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

a

Se vistes meu amigo, ………………………………….¿Visteis a mi amigo,

o por que eu sospiro? …………………………………aquel por quien yo suspiro?

E ai Deus!, se verra cedo? ………………………….. ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

a

Se vistes meu amado, ………………………………..¿Visteis a mi amado,

por que ei gran coidado? …………………………… quien me tiene tan preocupada?

E ai Deus!, se verra cedo?” …………………… ….. ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?»

Martín Codax (S. XIII / XIV)

(Cantiga de Amigo V)

Martín Codax, trovador gallego del siglo XIII, nos recuerda este 25 de julio que en plena Edad Media había un idioma con una cadencia única para trovar y un lugar, Santiago, al que conducían todos los caminos transitados en la época. Un territorio y una lengua que han forjado nuestro carácter melancólico, y la saudade que llevamos pegada a la piel como una seña de identidad.

La intérprete de esta cantiga pregunta a las olas atlánticas dónde está el amigo, mostrando su inquietud con tono de voz afligido, quebrado por la angustia. La imagino sentada a la orilla del mar oteando entre la niebla el contorno de las Islas Cíes, de pronto sobresaltada al divisar la silueta de la barca de su amor arrastrada por el viento.

Toda la musicalidad del idioma gallego palpita en su voz de cristal, mientras la melodía del arpa la acompaña derramando sus notas como si fuera el susurro del agua deslizándose entre las rocas de una playa salvaje, que escucha en silencio su pena y le susurra palabras de consuelo.

Hoy, muy lejos de Galicia, nubes grises tapizan el cielo de Granada, cuatro gotas de lluvia se deslizan sobre mi pelo; y sueño la voz de Federico recitando: Olla a choiva pola rúa, laio de pedra e cristal. Olla no vento esvaido, soma de cinza do teu mar.  De repente las piedras del Albaicín huelen a tormenta de verano, en el aire se respira el aroma de los sabugueiros mojados y la Alhambra se perfuma con la fragancia de la hierba húmeda… e un exconjuro de meigas…

Mª Jesús Mandianes

El poema pertenece al mester de juglaría. Las cantigas de amigo tratan, al igual que las jarchas, sobre las cuitas de una joven que se lamenta por la ausencia de su amado o amigo, dirigiéndose a este; otras veces a la madre o la hermana y en este caso, metafóricamente a las olas.

Consta de veinticuatro versos octosílabos de arte menor con rima consonante, que van agrupados en tercetos. Algunas de sus figuras retoricas son: la rima, en este caso consonante ya que todos los sonidos coinciden: «Vigo, amigo. Levado, amado…», la anáfora que consiste en la repetición de la misma palabra o palabras al inicio de varios versos: «Ondas do mar de Vigo, ondas do mar levado…», y el paralelismo: «Ondas do mar de Vigo. Ondas do mar levado…”

Martín Codax (S. XIII – XIV) fue un trovador gallego del que apenas existen datos. Se le atribuyen siete cantigas de amigo que se encuentran en los cancioneros de lírica galaicoportuguesa y en el Pergamino Vindel, en el que figura su nombre como autor de las composiciones.

Gracias al pergamino, se conserva también la notación musical de estas composiciones, se descubrió por casualidad cuando en 1914 el bibliógrafo Pedro Vindel lo encontró en su biblioteca, sirviendo de guarda interior a un ejemplar del De officiis de Cicerón. Los poemas son:

Cantigas de Amigo_ Martín Codax

Ondas do mar de Vigo

Mandad’ei comigo ca ven meu amigo

Mia yrmana fremosa treides comigo

Ay Deus se sab’ora meu amado

Quantas sabedes amar amigo

En o sagrad’ e Vigo

Ay ondas que eu vin veer

lirica

Oración sen Nome

 

Unha lonxana cántiga

no silencio de paz da bocanoite,

sonando coma un rezo

que pol-os campos i-os picoutos corre,

 i-en rítmica armonía se destrenza,

e no manto da brétema se envolve,

e vai esmorecendo i-apagándose

coma un salouco que en desmaios morre…

 

Uns ecos manseliños

de badaladas d’unha igrexa probe,

que anuncian a oración místicamente

por vales e por montes,

e se desfán no desacougo da campía

i-entr’as sombras, mainiños, se recollen,

hastra morrer laiándose

no velaíño leito en que se esconden…

 

¡Voz da terra e do ceo!

¡Voz do prèto e do lonxe!

Voz do misterio con que a Natureza

na lírica hora da emoción se dorme…

Canción que leva as almas

ô mundo interno dos supremos goces…

Oración que nos lembra agarimante

a vida e máil-a morte…

¡Ouh, quén poidera ouvir á decotío,

na acougadora paz da bocanoite,

esa canción da sagra vaguedade,

esa oración sin nome!…

                                   Eladio Rodríguez

Este poema forma parte dun libro coordinado arredor da empresa poética de cantar á Natureza que se vive na aldea como un Templo onde todo é canción lírica, é dicir, oración. Oración é pois un termo polivalente que non significa só rezo, senón voz da natureza en comunicación divina co home, e voz e ruído do home que se transfunde co a voz do cosmos.

Esa oración aparece fragmentada, pois, en distintas voces, e Eladio Rodríguez vai recolléndoas con minuciosidade para formar a sinfonía completa. Unha delas é esta canción sen nome, porque é a que se forma na hora do misterio. O poeta é quen decaptar esas voces e falar delas, interpretándoas. Os demais limítanse a vivilas sen decatarse nese escenario paradisíaco da vida do home no campo.

Se observamos a disposición estrófica, de oito sílabas as dúas primeiras, e doce a última, comprobamos o libre esquema combinatorio de versos curtos e longos, fronte ó mantemento da asonancia,  todos los versos pares. O poema  presenta un  cadro de paisaxe animado por sensacións auditivas que se funden con sensacións visuais, en dous momentos do solpor seica sucesivos, correspondentes ás dúas estrofas primeiras. A separación entre estrofas é un silencio máis prolongado do habitual, como as marcas tipográficas indican. A última e máis longa estrofa dedícase  á  interpretación  desas  sensacións  sonoras,  que  son  Voz do  misterio  da  Natureza,  e Cación e Oración que estimula misticamente as almas.

Predominan os termos sonoro-musicais: cántiga, badaladas, eco, silencio, sonando, rítmica armonía, apagándose, salouco, laiándose; e osque nomean elementos da natureza: bocanoite, campos e picoutos, brétema, vales e montes,campía, sombras… Os verbos en progresión dinámica  -desde carreira ata a desaparición- reproducen con matices de animación a maneira de expandirse o son nesa paisaxe estática: corre, se destrenza, se envolve, vai esmorecendo…, morre.

Aparecen os seres humanos, finalmente, recollendo esa canción como estímulo místico (concepto, como o do rezo, xa adiantado na primeira estrofa).Estala a emoción do eu lírico na expresión do seu desexo: non deixar de oír nunca  -por incapacidade ou por afastamento na urbe- a canción de sagra vaguedade.

Sobre Eladio Rodríguez:

No es sólo la tierra y sus accidentes geográficos o sus fenómenos meteorológicos lo que inspira su misticismo, sino que lo inmaterial lo excita análogamente. Las voces, el humo, el fuego y las sombras forman parte también de su doctrina mística.

Naceu en San Clodio, no concello de Leiro, provincia de Ourense, o 24 de xullo de 1864 e morreu na cidade da Coruña o 14 de abril de 1949. Desenvolveu labores de xornalista, poeta e lexicógrafo galego. Foi, ademais, membro fundador da Real Academia Galega e tamén o seu Secretario.

Eladio Rodríguez comezou a súa carreira exercendo de mestre na súa vila natal ata que en 1887 se trasladou á Coruña, desde onde levou a cabo o seu traballo cultural a prol do engrandecemento da lingua galega, moi especialmente desde o punto de vista léxico. Porén, a súa visión da paisaxe e das formas de vida do Ribeiro acompañárono en toda a súa produción ora xornalística, ora poética. A carón da súa desinteresada dedicación á lingua e á cultura de Galicia, entre 1888 e 1937 exerceu como funcionario municipal da cidade herculina.

Foi un poeta premiado e recoñecido ao longo da súa vida con numerosas composicións costumistas cun léxico coidado e recollidas, na súa maior parte, nos seus tres poemarios. Ademais, 20 de setembro de 1917, iniciou en A Nosa Terra a publicación da serie de poemas «Pintores de almas», dedicada a artistas galegos sobranceiros coma Asorey, Castelao, Madariaga ou Sobrino. No entanto, o noso biografado conta tamén cunha grande produción ensaística, publicada en boa medida no Boletín da Real Academia Galega. Aínda así, a que se considera a obra da súa vida, aquela que continúa arrequecendo a nosa lingua hoxe por hoxe é o Diccionario enciclopédico gallego-castellano.

 

En el día de Galicia una “oración sin nombre” dirigida a los dioses venerados por nuestros antepasados celtas, rogándoles que restablezcan el equilibrio entre la Madre Tierra y los hombres. Una oración hecha de poesía y desesperación, para que nos libren de la peste que nos aniquila y nos divide, que nos criminaliza y nos aísla… una súplica que logre que los antiguos dioses se apiaden de nosotros y nos devuelvan la acogedora paz!

Sed de Mar

                

Sentada en la orilla de la Mar inmensa

evoco su historia, sin límites, ni edad,

aquí, antes de que sus aguas acunaran la vida,

 de que el tiempo se dividiese en noche y día

                                                Sedienta de leyendas de Dioses y Héroes.

Vestida con puntillas de espuma blanca

escucho su canción de calma y marejada.

Mecida por el suave son de las olas

aspiro el olor a sal marina, a bosque de algas.

                                               Sedienta del agua de otros mares.

Mis ojos navegan sobre el azul

salpicado de escamas de plata antigua,

buscando el incendio escarlata del horizonte,

mientras el Sol se hunde en las frías simas.

                                                Sedienta de la luz de otros atardeceres.

Y el recuerdo de las altas olas del Atlántico

desplomándose sobre los acantilados,

desdibujados entre la borrosa niebla,

desata en mi alma una tempestad de saudade.

                                                Sedienta de pisar la arena blanca de las Cies.

                                                                                              Mª Jesús Mandianes

Antes que el tiempo se acuñara en días,

el mar, el siempre mar, ya estaba y era.

Luis Borges

Mª Jesús Mandianes (Finisterre 2020)

Prego (A terra é un cruceiro)

Cita

Foto de Mª Jesús Mandianes en la capilla de Baltar (Ourense) año 1986

Inspira o cantar do trobeiro

Cos teus agarimos e apertas;

as chans largacías e abertas

abrangue cos brazos, Cruceiro.

a

Acende co nume divino,

o fogo da verba faiscante;

que brile nos eidos e cante

teu longo espreitar no camiño!

a

Na ialma do vate cravuña

e estampa, sinxelo, memorias;

das túas enxebres estorias

ser quero fidel testemuña.

a

Cuberto de séculos e hedra

ti sabes de risos e dores;

ti sabes de mágoas e amores,

edoso Cruceiro de pedra.

a

Sentado a carón do teu pé,

agardo, afeuzado, que fales,

rei croado dos nosos veigales,

non vou sen ouvirte, abofé!

a

Saberás mil sabencias, trobeiro,

cantarás mil cantigas, poeta;

túas verbas gasállanme, ouh vate,

pola fe que puxeches na teima.

a

Albiscache a verdá:

os cruceiros non somos moreas de pedras.

O canteiro non ergue bonecos.

O canteiro ALUMEA!

a

Dános ollos e ialma

cando CREA!

                                      Manuel Rodríguez («A terra é un Cruceiro», fragmento)

Sobre Manuel Rodríguez:

(Paralela, Lugo, 11 de diciembre de 1934 – Lugo, 13 de febrero de 1990) Manuel fue hijo de emigrantes, el mismo emigrante galego, con seis año llegó Cataluña acompañado de sus padres, como tantos niños gallegos. Poeta, obrero como el mismo se reivindicaba. Con el paso del tiempo desarrolló una importante carrera literaria. En la emigración no olvidó sus raíces, y su aportación a la cultura gallega fue importante sobre todo en los años de la Transición. Fue cronista oficial del Centro Gallego de Barcelona y corresponsal de varios diarios, en los que informó de la vida cultural y social de los gallegos

Fue premiado en numerosos concursos literarios. Destacan los primeros premios de poesía Meigas e Trasgos de Sarria en los años 1976 y 1980, el Premio Xosé M.ª Chao Ledo en el III Certamen Literario de Villalba en 1977, y el primer premio del Certamen Literario de Begonte en 1985.

En prosa, consiguió el primer premio Nós de Barcelona en 1980. En Sarria, merecieron el premio Meigas e Trasgos dos cuentos suyos en 1977 y en 1986. En 1985 y 1987 quedó finalista en la sección de Reportaje de los Premios Galicia de Periodismo.

El año de su fallecimiento (1990), fue nombrado a título póstumo «Hijo Predilecto del Ayuntamiento de Paradela» y «Lucense del año 1989».

Cruceiro y Capilla de la Virgen (Baltar, Ourense)

Oda Aos Mariñeiros De Cangas

Polo escuro do mar que vos contruba

aínda hai peixes de luz nos seus abrigos,

mariñeiros de Cangas, meus amigos,

meus irmáns de salitre e sol e chuva.

 

Solte a ría un exército de naves,

mariñeiros de Cangas, traede as liñas,

que, anunciando o fumazo das sardiñas,

polos cons e cabezos cantan aves.

 

Polas ondas sen muros e sen diques,

polo lombo do Atlántico azulado

brinca e bufa o arroaz todo apurado

perseguindo os bonitos e os alcriques.

 

Máis alá de Sobrido ti me guíes,

mariñeiro de Cangas, ti me leves

para ver os escumallos e os percebes

e mirar dende a popa as Illas Cíes.

 

Máis alá do Cabalo e Cabo Home

da Negra e deses baixos de Biduído,

mariñeiro de Cangas, vas perdido

e o mar é un gran misterio que te come.

 

Como horribles fantasmas aparecen

dende o fondo, xurdindo, nos sorríos,

estrañas ardentías e navíos

e tristes afogados que amolecen.

 

Pero rompe, que podes, contra o medo,

dálle avante con forza, anque che doa,

contra noites e néboas pon a proa,

mariñeiro de Cangas, e ven cedo.

 

Ven loguiño a vender o peixe a Vigo

e trae unha canción do son dos mares

para beber e cantar xuntos nos bares,

mariñeiro de Cangas, meu amigo.

                                              Bernardino Graña, (Profecía do mar)

Cada estrofa del poema me hace regresar a Cangas, a la lluvia cayendo despacio, a las calles mojadas, al puerto salpicado de naves amarradas oliendo a mar alborotada. Vuelvo al balanceo de la barcaza hundida y elevada por las olas encrespadas, al viento helado azotandonos la cara, buscando entre la niebla el contorno de las Islas Cies, como la promesa de un paraíso perdido, de esa añorada Itaca a la que los náufragos quieren regresar. La Galicia marinera es hoy la remenbrada patria,  que los emigrantes dejaron atrás un día, con la esperanza de poder regresar surcando el Atlántico con el viento a favor.  

Podría describir «Mañeiros de Cangas” como un «poema imagen», que me devuelve al paisaje humano que presencié hace unos meses. Dibuja la belleza del «mar de Cangas» y la dureza de la vida de los marinos que allí trabajan, con tal fuerza, que me impide despegar la mirada del retrato literario. Forma parte del poemario “Profecía do Mar”de Bernardino Graña, llamado el Poeta do Mar. Sus poemas sorprenden en cada verso por los términos marineros y giros idiomáticos de la lengua secular de Cangas, hablan de lugares tan bellos como o Cabo do Home o Las Islas Cíes… despertando ese sentimiento de nostalgia tan gallego, tan nuestro, y una promesa … el año que viene volveré.

Mª Jesús Mandianes


Bernardino Graña Villar (Cangas de Morrazo, 1932) es un escritor gallego que desde joven formó parte del Consejo de Redacción de la revista poética Alba. Participó también como articulista en La Noche y el Faro de Vigo, además de colaborar como ensayísta en otras publicaciones. En 1958 participó en la creación del grupo literario Brais Pinto en Madrid y fue impulsor y primer presidente de la Asociación de escritores en lengua gallega. En 2006  obtuvo o Premio Eixo Atlántico de narrativa gallega y portuguesa por su primera novela, Protoevanxeo do neto de Herodes. Pertenece a la “Xeración das Festas Minervais” junto con Méndez Ferrín, Uxío Novoneyra, Manuel María, Xo hana Torres, Avílés de Taramencos, Arcadio López Casanova, Garcís Bodaño… Sus obras más destacadas son: Poema do home que quixo vivir; Se o noso amor e os peixes; Himno verde, Sen sombra e sen amo.