
Con sabor a hiel,
a lágrimas amargas
quemando la garganta,
con el dolor del último adiós,
eco triste sonando
en las campanas de la iglesia.
a
Tras un muro de oscuridad
se oculta el frio de unos huesos
temblando de soledad.
a
No habrá más veranos, miña nai,
en tu jardín umbrío,
cada primavera
florecerán rosas y hortensias,
tu espíritu reposará en la yedra humeda,
aspirará el aroma dulce de la higuera.
a
Frente a un muro de oscuridad
ojos nublados de tristeza
añoran las tardes de pan y chocolate,
da nosa naiciña.
Mª Jesús Mandianes
(25 de agosto 2022)